Semana Santa de nieve, sol y cultura.

Granada
La excusa de tener invitados, y mostrarles las bondades de nuestra tierra, fue el germen de este blog. Y esta Semana Santa tuvimos la oportunidad de acompañar a nuestra familia canaria en un vidorra por Granada.
A primera vista, todos pensaríamos en pasos de Semana Santa, tronos, incienso, penitentes y mantillas…. Pero intentamos mostrar esta tierra desde otro punto de vista, dar una alternativa a la tradición.
Nuestro vidorra de Semana Santa, comenzó en Sierra Nevada. La nieve caída la semana anterior auguraba buena calidad. Y el parte metereológico era propio de la Costa Tropical… ¡Esquiar con 20 grados!
 
Solo en una estación como Sierra Nevada, se puede esquiar en manga corta y broncearse bajo un sol abrasador.
Fueron tres días intensos de snowboard y ski, llenos de sol, risas, familia, deporte, y sobre todo llenos de SUR.
Nos despedimos de la estación caminando por el sendero que llega hasta el monumento a la Virgen de las Nieves, situado en las cercanías del albergue universitario.
Un lugar muy visitado por los granadinos, desde del que las vistas son sobrecogedoras, Granada a lo lejos, y el pico del Veleta casi a punto de tocarlo con los dedos.
 
El regreso a Granada, lo hicimos por el Purche, un puerto de montaña perteneciente a Monachil, situado a mayor altitud que el centro del municipio.
Es conocido por ciclistas y senderistas, y ha sido etapa estrella en las ediciones en las que la vuelta ciclista a España pasaba por Granada.
La segunda parte de la semana la pasamos en Granada. Paseamos por la ciudad visitando calles, y plazas típicas repletas de turistas, ansiosos por integrarse en la ciudad y vivirla como un granadino más.
 
No nos olvidamos de probar los dulces típicos de semana santa: roscos fritos, torrijas o leche frita. Divinas que bondades culinarias que luego nos hacen ponernos a dieta con la vista puesta en nuestras playas…
 
Una visita obligada era la Alhambra. Esta visita nos recordó lo inusual de vivir nuestra ciudad como un turista. La rutina nos hace obviar las maravillas que diariamente visitan miles de personas de todas nacionalidades. Acercarnos a nuestros monumentos con ocasiones como una visita vidorra, es una ocasión perfecta para revalorizar nuestro patrimonio.
Visitamos la Alhambra en primavera, cargada de olores y colores indescriptibles.
 
Desde los ojos de adultos, adolescentes y niños… Una Alhambra para todos.
 
 
Comidas familiares y sobremesas eternas, fueron el entreacto de todos estos momentos descritos. Como siempre: buscando lo extraordinario en cada instante.
¿Cómo fue vuestra Semana Santa Vidorr@s?

Pedaleando que es gerundio!

Málaga

Preparados, listos… Vidorra!! Con las pilas cargadas en plena Semana Santa, nos escapamos a hacer una rutita en bici por La Gran Senda de Málaga. Comenzamos ataviados con gorras, protección solar y por supuesto, nuestras bicicletas para recorrer desde La Cala del Moral hasta el Muelle Uno

El paseo por la costa es sencillamente delicioso. No hace falta salir a la carretera, ya que todo el trayecto discurre por el paseo y el carril bici. 

  

Atravesamos el último barrio malagueño, La Araña, que frente a su imponente fábrica de cemento, se erige como un pueblito de estrechas y coquetas calles blancas. Seguimos el sendero hasta llegar al Peñón del Cuervo, uno de nuestros rincones favoritos, donde las barbacoas improvisadas empiezan a encenderse  y numerosos grupos de familias y amigos se van concentrando.

Llegamos hasta el Candado y de allí al paseo marítimo del Palo. El bullicio nos acompañará hasta el final de la ruta. Chiringuitos llenos, playas a rebosar y aunque el agua está más que fría, los niños no se resisten al primer baño de la temporada! 

Ateavesar Pedregalejos es otra odisea, así que decidimos parar y tomar alguna que otra instantánea ahora que el cielo se va nublando. 

  

La primera para parada para reponer fuerzas es en uno de los chiringuitos recientemente reformados del paseo maritimo de la capital. Sin lugar a dudas entre los platos de boquerones fritos que nos encantan y las almejitas, nos quedamos con los mejillones al Pil Pil, sí sí, esta versión del clásico plato está tremenda! 

  

Terminamos el paseo llegando a Muelle Uno, donde encontramos uno de los últimos iconos de la ciudad: el Centro Pompidou.

 

En nuestro camino de vuelta solo hacemos un par de paradas. la primera, para disfrutar de un refrescante daikiri de fresa!

  

Y la segunda, para disfrutar del atardecer que se nos regala!

  

 

Así da gusto disfrutar de las vacaciones, o no vidorr@s??