Córdoba-Octubre-Amigos

Córdoba fue el destino escogido para hacer un meting friends, otra excusa para que surjan los planes vidorros.

El encuentro fue el sábado a medio día, el termómetro del coche ya nos iba avisando… Nos esperaba un calor de agosto, de esos que hacen a Córdoba ardiente. Pero que mejor para eso, que calmar la sed y sosegar el calor con una caña bien fresquita , bien «tirá», como dice nuestro amigo Roberto.

La entrada a la Córdoba de la Mezquita y la Judería, ya es un aviso de que lo que hay allí adentro, es historia viva. El centro histórico sigue activo, turistas mezclados con artesanos y estudiantes de universidad.

La primera parada del tapeito de medio día: Taberna Santos, contigua a la Mezquita, y con unos platos de la tierra que quitan el sentío. Tortilla de patatas de espesor incontable, y un salmorejo cordobés acompañado de esa cañita que rondaba nuestros deseos…

El ambiente era vibrante. Esa noche tenía lugar el Córdoba-Málaga, un clásico en los serbios del fútbol andaluz. Las calles estaban vestidas de aficionados de ambos equipos. Incluso en nuestra reunión hubo variedad en los seguidores.

La ruta de medio día nos llevo hasta Los patios de la Marquesa en plena Judería. Una antigua casa propiedad de una familia cordobesa: los Manriquez, rehabilitada y transformada en un espacio que recoge diferentes ofertas culinarias. Vista, paladar, todos los sentidos se activan cuando conoces este paraje… con encanto sin lugar a dudas.

Para la sobremesa escogimos una de las hermosas teterías que la ciudad oferta: Salón de té, a pocos metros de Los patios de la Marquesa. La fachada ya te trasladaba a tierras marroquíes, los colores añil y blanco encalado, llenaban de personalidad al lugar.

El otoño nos regala una luz y unos atardeceres mágicos, pero si a eso lo aderezamos con un marco de la categoría del puente romano y la Mezquita de Córdoba, esos ocasos se convierten en puro deleite. Estos fueron los motivos de escoger la terraza del hotel Hacienda, para disfrutar de ese momento tan vidorro. Aquí os dejamos un time lapse de este divino atardecer…

Y vosotros? Tenéis ya planeado vuestro finde vidorro?
Be vidorro!!!

Un paseo por el CAC

Después de varias Vidorra Experiences rodeadas de naturaleza, estas vidorras se disponen a disfrutar de la variedad cultural que ofrece la ciudad. Nos dirigimos hacia el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC) donde queremos descubrir la exposición de la que tanto se habla en la ciudad.

Desde el 12 de septiembre, el artista Marq Quinn expone su obra Violence and Serenity. Es la primera vez que el artista expone en solitario en España, y ha elegido territorio andaluz para comenzar a hacerlo, qué mejor sitio?! Su trayectoria le precede, su mezcla de materiales, su búsqueda de la relación arte-ciencia, su obra Self (blood head) de 1991 en la que se esculpió empleando su propia sangre… Desde luego este artista no te dejará impasible.
La web del autor http://www.marquinn.com muestra toda la información sobre su trayectoria y sus trabajos. Si queréis más detalles de la exposición del CAC también podéis consultar http://www.caalaga.eu

Entramos al museo y las espectaculares obras nos reciben cual estatuas inertes pero con tanta alma que dudamos si en algún momento van a levantarse y caminar. Nos acercamos a ellas, las rodeamos, nos acercamos tanto como podemos y las miramos a los ojos esperando un parpadeo o un pequeño suspiro.

Conforme vamos avanzando sentimos el fuerte contraste de Violence and Serenity: las sensaciones de cada uno son distintas, así que os dejamos que lo experimentéis por vosotros mismos, pero sí, esta exposición nos remueve por dentro.

Después de la visita al museo decidimos reponer fuerzas y nos dirigimos al Mercado del Carmen, reformado desde hace un par de años y que ofrece en pleno corazón del Perchel, junto a la parroquia del Carmen donde se encuentra el Chiquito de Málaga, los mejores pinchos de gambas y una gran variedad de pescaíto frito. Su terraza exterior permite disfrutar
de este octubre de verano almorzando al sol.

Y así, vidorreando cuerpo y mente terminamos otra de nuestras experiencias en el corazón de la Costa del Sol. Os apetece descubrir la siguiente?

Ruta de senderismo en Majaceite

Comienza el fin de semana y vidorraexperience.com pone rumbo a la sierra gaditana. La ruta de los pueblos blancos nos llama con tal intensidad que no podemos resistirnos a descubrir sus rincones y disfrutar de su verde naturaleza. Nos acercamos a Grazalema con los últimos rayos de sol. La carretera a cada kilómetro se hace más y más bonita, nos reciben las sierras con sus desfiladeros de piedra, algún que otro rebaño de ovejas y un bosque de alcornocales con sus troncos rojos recién descorchados. Hace fresco, con cada bocanada de aire sentimos la humedad de la Sierra y es entonces cuando sabemos que estamos en plena naturaleza.

Ya de noche, ponemos rumbo a Cádiz el Chico para saborear su delicioso cordero asado. Tiene, además de la carta principal, una pequeña carta de tapas perfecta para combinar y así probar un poquito de todo! Delicioso paté de codorniz, berenjenas con miel y, por supuesto, terminamos la cena con su especial tarta de bellota. Nunca imaginamos que el alimento base de los preciados ibéricos combinara tan bien en un postre dulce. Definitivamente, un lugar perfecto para comenzar nuestra visita a Grazalema.

Bajo la previsión de lluvias y una alerta amarilla amanecimos pendientes del cielo, pero las condiciones climatológicas nos dieron un respiro y despertamos bajo un sol de primavera. Las vistas de la luna aún en el cielo sobre la sierra, mientras los rayos del sol calientan la tierra, fue un verdadero regalo para nuestras retinas.

Así, cargados de energía, comenzamos una de las primeras rutas. Nuestra primera parada fue en el Puerto del Boyar, un punto estratégico para hacernos una idea de dónde nos encontramos. La Sierra del Endrinal, el Salto del Cabrero, la Sierra de la Silla y la Sierra de Albarracín componen este cuadro sobre el extenso Valle del Boyar.

Con nuestras mentes ubicadas en el entorno nos dirigimos a una de las rutas de mayor valor paisajístico de la zona: desde Benamahoma hasta El Bosque siguiendo el río Majaceite. Para comenzarla entramos por la segunda entrada del pueblo, con la sorpresa de encontrar allí una fabrica de miel y productos derivados de ella (jalea real, propóleo, jabones y cremas naturales, etc). Nos hicimos con algunos de los preciados productos y comenzamos el sendero. La dificultad del camino es baja, lo que nos permite pararnos tantas veces como queramos a disfrutar y fotografiar el entorno.

El rumor del río nos acompaña durante todo el recorrido, lo que nos permite relajarnos y disfrutar aún más del entorno que nos rodea. El sendero está repleto de madroños, alcornoques, eucaliptos e higueras. Las setas de temporada tratan de esconderse entre las hojas secas, pero su tamaño las delata.

Cruzamos por infinidad de puentes, pasamos túneles naturales formados por la propia vegetación, encontramos un antiguo batán y atravesamos pequeñas llanuras hasta llegar al final del sendero. Después de un paseo de unas dos horas llegamos a El Bosque, que nos recibe con su piscifactoría. Reponemos fuerzas con sus jugosas carnes de jabalí y venado y con una de sus deliciosas truchas a la plancha. Todo un placer para nuestros paladares!

El recorrido de vuelta lo hacemos con la confianza de quién conoce el terreno y en hora y media estamos de vuelta en Benamahoma (‘hijos de Mahoma’, como bien explica el cartel que nos da la bienvenida).

El pueblo es pequeño, pero hay mucho ambiente en las calles. ¿Qué está pasando? A cada paso que damos nos cruzamos a alguien con un cartucho de papel en la mano… Seguimos el rastro del olor a matalauva que se apodera de nosotros y llegamos a un puesto callejero recién montado por la asociación de mujeres de Benamahoma. Finalmente, nos hacemos con el preciado cartucho… Buñuelos!! Deliciosos y caseros buñuelos acompañados de un espeso chocolate se convierten en nuestra merienda improvisada. Sabores que nos recuerdan a nuestra infancia…

Ahora si, emprendemos el camino de vuelta. Mañana otra vidorraexperience nos espera… ¿Queréis saber dónde?