Caminito del Rey

Málaga

‘Una de las experiencias que no te puedes perder en 2015’ tal y como recomienda una de las más conocidas guías de viaje, Lonely Planet. Estábamos deseando descubrir esta ruta que ha estado cerrada al público durante años y que han reabierto en 2015 tras una obra de ingeniería cuanto menos, admirable.

Ha sido catalogada durante años como una de las rutas más peligrosas debido a su localización (situada en el desfiladero de los Gaitanes) y su deterioro. Fue construida entre 1901 y 1905 para facilitar el acceso por ambos lados del desfiladero a la presa hidroeléctrica del Chorro. Pero no fue hasta 1921 cuando el rey Alfonso XII lo inauguró y recorrió los 3 kilómetros de pasarelas. Desde entonces se popularizó y renombró como Caminito del Rey.

Así pues, Vidorra Experience aprovecha la oportunidad de disfrutar de esta experiencia en tierras malagueñas!

Decidimos hacer la ruta en sentido descendente, comenzando por la entrada norte, situada en Ardales, y finalizando en el Chorro, en el municipio de Álora.

El comienzo ya es interesante ya que atravesamos un túnel de unos 500 metros que bien te hacen sentir en el interior de una antigua mina.



Tras el túnel, recorremos un kilómetro de distancia en un entorno maravilloso. El sendero discurre rodeado de pinos y con el pantano a nuestros pies.

 Al llegar a la presa, una caseta de control nos comprueban las entradas (que son nominativas e intransferibles) y nos atavían con un casco que nos protegerá de cualquier piedra que pueda caer por el camino.

 A partir de aquí, el sendero consta de dos zonas de pasarelas, sin duda, lo más emocionante del caminito!


El primer tramo de pasarelas se nos pasa casi sin darnos cuenta. No somos conscientes de la altura a la que caminamos hasta que vemos el recorrido una vez superado.


Las pasarelas son anchas y seguras, aptas para cualquiera que le guste pasear y disfrutar de la naturaleza. Al menos hasta llegar al puente colgante…


Detenerse para contemplar el paisaje, respirar el aire limpio y dejarse llevar por el sonido del agua es indispensable a lo largo de la ruta. Además, aunque nosotras somos de mirar siempre hacia delante, en esta ocasión nos vemos obligadas a recrearnos en la postal que dejamos a nuestra espalda.


 A lo largo de todo el recorrido se pueden observar la antigua y la nueva pasarelas, una sobre la otra.

Seguimos avanzando y el desfiladero nos va envolviendo. Las paredes cada vez son más alta y las pasarelas se alejan del suelo.


Llegamos al mirador del cristal. Pisar sobre un suelo transparente a más de 100 metros de altura es toda una experiencia. Desde aquí ya podemos ver el gran protagonista del Caminito, el puente que une los dos lados del desfiladero.


Toca atravesarlo por el renovado puente colgante…

Si padecéis de vértigo, ni se os ocurra mirar hacia abajo, que el suelo del puente es de rejilla y se ve todo, todo y todo!

Las vistas desde esta parte del recorrido son sencillamente espectaculares. Se abre el cañón hacia el pantano del Chorro, y se siente el final del desfiladero por el que hemos ido paseando durante más de una hora.

Estamos llegando al final del recorrido de pasarelas, las vías del tren nos recuerdan que la estación Del Chorro ya está cerca.


Lo que antiguamente se atravesaba por debajo y de forma ilegal para pasar y escalar, ahora se atraviesa desde arriba y con todas las medidas de seguridad.


Seguimos avanzando con la satisfacción del que ha terminado con éxito el recorrido! Nos despedimos de las montañas y ponemos rumbo a la lanzadera que nos llevará de vuelta al comienzo del camino.

La experiencia es más que recomendable. Nosotros ya la hemos vivido, y vosotros a qué esperáis?!